DESARROLLO Y RESPUESTA A DESASTRES EN EL SUR DE ASIA:  Perspectivas de una aldea en Bangladesh*

Habibul H. Khondker
Departamento de Sociología, National University of Singapore

Presentación

Este documento atiende principalmente las consecuencias de los desastres y cómo las respuestas están influenciadas por los niveles de desarrollo. La respuesta a desastres es vista en términos de la ayuda oficial y las actividades de rehabilitación, así como de las estrategias adoptadas por la población. Las actividades de ayuda en las zonas rurales de Bangladesh que siguen a desastres tales como inundaciones, no están integradas con los objetivos de desarrollo a largo plazo; la ayuda, la rehabilitación y el desarrollo no son tratados en forma integral; y la mayoría de la población rural en Bangladesh -quienes son sumamente pobres- continúan sufriendo en las llanuras de inundación recurrentes desastres. Entrevistas realizadas en las poblaciones rurales revelaron que muchas personas ven la relación que existe entre los efectos de los desastres, la pobreza y la carencia de desarrollo, y pudieron recomendar estrategias de ayuda y rehabilitación que tienen sustento en el mismo. Desafortunadamente, la población no participa en los procesos de toma de decisiones relacionados con las respuestas a desastres y difícilmente tienen participación alguna en el diseño o ejecución de los planes contra desastres implementados por las burocracias. Varias ong’s que operan en las aldeas tienen una clara visión del eslabonamiento entre ayuda para desastres y desarrollo; sin embargo, debido al limitado alcance de su operación, la influencia de este tipo de organizaciones no es del todo perceptible. La gente pobre se hace cargo de ella misma con sus propios recursos. Su reconstrucción es, con frecuencia, verdaderamente rápida -irónicamente- debido a su pobreza.

Introducción

Se ha vuelto un cliché comenzar un trabajo sobre Bangladesh mencionando cuán pobre es el país. Cierto, según el Banco Mundial Bangladesh es uno de los veinte países más pobres del mundo (World Development Report, 1993). Con un ingreso per cápita de 220 dólares y una gran población estimada en 122 millones de habitantes (Almanac, Asia Week, abril 21, 1993), el país ha sido frecuentemente asolado por desastres naturales. El impacto de esos desastres naturales ha estado mediado por una estructura social caracterizada por la desigualdad de clases y géneros. La pobreza manifestada en la deficiente infraestructura, vivienda y otras condiciones de vida es uno de los principales factores que contribuyen a elevar la mortalidad y otros daños en situaciones de desastre. Con todo, es precisamente la pobreza lo que produce que se dé una rápida recuperación. El status quo ante es mantenido más fácilmente gracias a la alta incidencia de pobreza, ya que enfrentar los desastres es para la población otra forma de sobrevivencia. Los desastres naturales, de este modo, obstruyen cualquier iniciativa de desarrollo en Bangladesh perpetuando las condiciones de pobreza.

Pero la pobreza, la "explosión demográfica" y los desastres no son toda la historia de Bangladesh. Bangladesh es también un país culturalmente rico, con una población sumamente trabajadora y con una gran capacidad para reponerse, aún en las circunstancias más difíciles. Este aspecto de la vida en Bangladesh, aunque no es bien conocido o ampliamente discutido, es importante para los propósitos de este trabajo. Es su capacidad para reponerse, más que cualquier otra cosa, lo que ayuda a la gente a luchar contra desastres como las inundaciones. Una vez más, históricamente, es lo adverso de la naturaleza lo que ha hecho más fuerte a la población.

Aún cuando a los ojos de muchos observadores Bangladesh aparece como un país social y geográficamente homogéneo, existen importantes diferencias geográficas y socio-estructurales. Este documento se basa en nuestro trabajo de campo en Phalia Dighar, una aldea al norte del país asentada en una pendiente localizada en una zona de inundación del río sobre bases completamente regulares, y se centra en las estrategias de manejo de desastres de la población de esta aldea, con especial atención en la problemática de género.

El documento busca entender el impacto diferencial de los desastres naturales sobre las mujeres en las zonas rurales de Bangladesh, y examina la forma en que los desastres minan la posición económica de las mujeres del campo, cómo sus actividades económicas son afectadas y la forma en que las mujeres enfrentan los desastres. ¿Es equitativa la posibilidad de acceder a la ayuda en la etapa posterior al desastre?. Si no, ¿cuáles son las condiciones socio-estructurales prevalecientes y las normas culturales que perpetúan tales desigualdades de género? y ¿cuáles son los factores involucrados en el proceso de recuperación de esas mujeres?.

Aunque el enfoque de nuestro trabajo es el impacto de los desastres sobre las mujeres, también buscamos situar este proceso en el contexto de todas las respuestas al desastre y en la estructura más amplia del desarrollo. De esta manera, el estudio pudo aportar información sobre el papel de las mujeres rurales en los desastres y cómo la comunidad se prepara para enfrentarlos. Asimismo, también pudimos obtener información sobre la administración de la ayuda y las fuentes de asistencia externas a la aldea.

Diseño de la investigación y metodología

El estudio se basa en el trabajo de campo realizado con la ayuda de un equipo de ocho entrevistadores (cuatro hombres y cuatro mujeres). La información fue obtenida mediante un cuestionario dividido en tres partes. La primera fue utilizada en entrevistas intensivas realizadas a personas (la mayoría hombres) con posiciones de líderes en la aldea, y esas entrevistas fueron realizadas por los miembros masculinos del equipo. La segunda parte del cuestionario fue utilizada para obtener información de las cabezas de familia. Los integrantes del equipo realizaron estas entrevistas a los varones jefes de familia, y en los casos en que el jefe de familia era mujer, el cuestionario fue aplicado por las entrevistadoras. Los miembros femeninos de la familia fueron entrevistados con la ayuda de la tercera parte del cuestionario (aplicado por mujeres). Agrupando por géneros a entrevistadores y entrevistados respondíamos a las normas culturales locales; sin embargo, se presentó un caso donde un hombre entrevistó a una líder comunitaria sin que esto produjera una variación perceptible en la información. También se llevaron a cabo discusiones con algunas personas encargadas de distribuir la ayuda y organizadores de varias ong’s que conocen el impacto de los desastres sobre la sociedad rural.

En el área propensa a inundaciones de Rangpur, al norte del país, se llevó a cabo un examen de viviendas para conocer las condiciones socioeconómicas existentes tales como ingresos, educación, religión, ocupación, condición de vivienda, disposición de albergues en caso de inundación y estructura familiar. En las dos aldeas seleccionadas se levantó además información sobre el jefe de familia (mujer u hombre) así como de las características demográficas, incluyendo el tamaño de la familia y la edad de sus miembros.

Para obtener información adicional acerca de las estrategias adoptadas por las mujeres para enfrentar los desastres, aplicamos preguntas acerca de la cantidad y calidad de los materiales y el acceso de las mujeres a la ayuda y rehabilitación, y su incorporación en las iniciativas de desarrollo post-desastre. Se incluyeron preguntas sobre enfermedades y pérdidas de vidas como consecuencia de los desastres, aunque en este punto particular tuvimos algunos problemas ya que necesitábamos información epidemiológica y sobre mortandad, pero tocando esta cuestión recordábamos una tragedia familiar que la gente deseaba olvidar, así que la información sobre este aspecto no pudo obtenerse en forma sistemática.

Contexto del estudio: el perfil de la aldea

Bangladesh está organizado en cuatro secciones: Dhaka, Rajshahi, Chittagong y Khulna. Administrativamente cada sección está dividida en distritos que a su vez se componen de upazillas o sub-distritos. Estos upazillas están formados por uniones de mauzas o aldeas. Técnicamente hablando, las aldeas no tienen existencia legal en Bangladesh en cuanto al área de demarcación que comprenden (Small Areas Atlas of Bangladesh, 1989). Aún así, las aldeas constituyen unidades sociales y espacios culturales importantes.

Phalia Dighar: características físicas

La aldea de Phalia Dighar, localizada en el área propensa a inundaciones de Rangpur -perteneciente a la unión de Kamaler Para del sub-distrito Shaghata (o Sughatta) en el distrito de Gaibandha-, fue seleccionada para este proyecto. Phalia Dighar se sitúa entre dos ríos: el Katakhali al oeste y el Bangali al sur.

 

Esos dos ríos han sido la mayor fuente de padecimientos para la gente de Phalia Dighar. En la inundación de 1988, una de las mayores en la historia reciente del país, cerca de la mitad de la aldea fue destruida por las aguas del río. La erosión del suelo es uno de los principales problemas para la gente que habita los bancos del río más grande de Bangladesh. Posteriormente emergió en la vecindad de la aldea una isla de tres millas de largo separada por un estrecho brazo de agua. Como parte de las medidas gubernamentales (el Acto de Khasland de 1987) la masa de tierra fue distribuida entre aquellos que perdieron su propiedad en 1988.

Características socioeconómicas y de la infraestructura

En términos de infraestructura disponible así como de la estructura social, la aldea estudiada es un representación típica de otros poblados del área. Phalia Dighar ocupa 4.17 km2 con una población de 3,312 habitantes (1,595 hombres y 1,717 mujeres); el número total de viviendas es de 638; y la tasa de alfabetización de la aldea es del 18.7%. Existen tres escuelas primarias (dos públicas y una privada). El número de estudiantes en las escuelas públicas es de 375, de los cuales 225 son hombres y 150 mujeres. De los 8 maestros que hay en las dos escuelas 6 son hombres y 2 mujeres. El colegio privado cuenta con 97 alumnos (56 hombres y 41 mujeres) con cuatro profesores varones. Hay también un Dakhili Madrasah (escuela infantil de religión islámica) con un total de 122 estudiantes y 11 profesores (10 hombres y 1 mujer). 95% de los aldeanos son musulmanes y el resto hindúes y existen seis mezquitas en la aldea. Debido a que no hay escuela secundaria, los estudiantes de Phalia Dighar asisten a la escuela en Kachua, una aldea cercana (Union).

El total de tierra en la aldea es de 1,033 acres, de los cuales 670 son cultivables, 115 son de barbecho y 248 están cubiertos con viviendas, parte de los cuales es también pantanoso. Cerca de 100 acres de la tierra arable está sujeta al sistema de un solo cultivo, 370 acres de cultivos dobles y los restantes 200 acres a un sistema triple. En otras palabras, el patrón agrícola de esta aldea se ha intensificado para incrementar la producción de alimentos que incluye arroz, trigo y mostaza. La distribución ocupacional es también típica de las aldeas localizadas al norte de Bangladesh.

CUADRO 1
PPRINCIPAL OCUPACION DE LOS JEFES
DE FAMILIA EN PHALIA DIGHAR
ACTIVIDAD

No.

Agricultores terratenientes

197

Trabajadores agrícolas (sin tierra)

216

Pesca

107

Pesca

107

Pequeños comerciantes

63

Profesionales locales (servicios)

55

Total

638

 

 

La mayoría de los 197 agricultores terratenientes pertenecen a la categoría de pequeños propietarios con 10 bighas o 3.3 acres de tierra cultivable. De los 216 trabajadores agrícolas algunos se ocupan en las propiedades de otros como asalariados y hay quienes trabajan por una parte de la cosecha como paga. Los profesionistas locales, incluyendo enseñanza y servicios, son empleados del gobierno local.

Entre los 197 propietarios la tierra se distribuye de la siguiente manera:

 

CUADRO 2
CANTIDAD DE TIERRA POR VIVIENDA
TERRENO No. DE VIVIENDAS
20 - 25 bighas

9

10 - 19 bighas

70

01 - 09 bighas

118

Total

197

Nota: 1 bigha equivale aproximadamente a 0.3 acres

 

 

La mayor parte de los pobladores pueden ser clasificados como "pobres" aún dentro de los estándares locales. Durante el estudio se pidió a los líderes y sacerdotes que clasificaran a los habitantes según su bienestar económico. Los resultados fueron los siguientes: muy pobre 65%; pobre 25%; medianamente en buena situación (ni rico ni pobre) 5%; en buena situación 3%; y rico 2%.

Experiencia en desastres

Las inundaciones son comunes en esta aldea, especialmente debido a su localización sobre los ríos. Las inundaciones afectaron este poblado en tres años consecutivos: 1988, 1989 y 1990. Particularmente, la inundación de 1988 estuvo acompañada de tormentas muy fuertes. La aldea comenzó a inundarse desde septiembre 22, y como el nivel del agua se incrementaba y las lluvias no cesaban, el 26 de septiembre el dique construido para proteger a los cultivos finalmente cedió. El agua corrió a través del borde del dique sumergiendo todo a su paso. El efecto de esa inundación fue devastador para las cosechas, ya que dañó la cosecha de Aman, la más importante en Bangladesh. La inundación que más recientemente afectó a la aldea fue en octubre de 1992. Casi todos los encuestados contaron sus experiencias basándose en esta inundación.

Alerta y preparativos contra desastres

Las dos fuentes de información más comunes para los habitantes de la aldea son la radio y el contacto con sus vecinos. De las 40 mujeres encuestadas 22 oyeron la alerta en la radio y 18 la escucharon de sus vecinos. La reacción típica de los pobladores a los avisos de inundaciones es agregar tierra extra a las plataformas de sus casas de lodo para elevarlas. Algunas mujeres contaron lo asustadas que estaban y lo mucho que rezaron. El siguiente cuadro presenta las medidas de preparación de los habitantes frente a la inundación inminente:

(INSERTAR CUADRO, EN habibul\ habibul.xls, cuadro3)

CUADRO 3
PREPARACION CONTRA DESASTRES EN PHALIA DIGHAR
MEDIDA No. DE PERSONAS
Trasladar las pertenencias esenciales a un sitio más elevado y seguro

24

Agregar tierra extra para elevar la barda de la casa

20

Trasladarse con sus bienes a sitios más elevados

4

Trasladar a mujeres y niños a sitios más elevados

8

Trasladar ganado y gallinas a sitios más elevados

8

 

 

A pesar de las emisiones radiales de alerta sobre el incremento del nivel de los ríos y la inminente inundación, los pobladores no pudieron hacer mucho excepto esperar lo peor. No existía un plan de evacuación en práctica, ya que la idea de evacuación es casi desconocida para los habitantes. Por años han vívido con inundaciones y cuando la situación se vuelve crítica buscan refugio en las partes altas dentro de la aldea. Para los habitantes, el dique proveía el terreno elevado donde acamparon, pero el exceso de agua sumergió los ocho pies de altura del mismo. En retrospectiva, el dique dio una falsa idea de seguridad.

Debido a la falta de una adecuada y clara alerta anticipada, los pobladores no estuvieron preparados para la inundación. Sabían que la inundación era inminente pero no podían anticipar la extensión del daño que causaría. No estaban preparados para que la elevación de las aguas sumergiera el dique.

Los efectos del desastre

El impacto de inundaciones y ciclones -los dos desastres naturales más comunes en Bangladesh en términos de pérdida de vidas y bienes- parecen afectar a grupos y sectores de la población sin distinción de género o clase, aún cuando pueden distinguirse algunas variaciones de género. Basándose en los hallazgos, se puede mencionar que la pérdida de vidas debido a las inundaciones no es significativa en la parte norte del país. El ciclón que afectó los distritos costeros del sur cobró muchas más vidas humanas comparado con las inundaciones en el norte. Las aguas arrasaron las cosechas y otros recursos que arrastraron a la gran mayoría de la población del norte de Bangladesh a la pobreza demoledora. Comúnmente las enfermedades que siguen a las inundaciones se vuelven fatales, pero en este caso una de las medidas que ayudaron a contener el estallido de epidemias, fue la distribución de medicamentos y pastillas para la purificación de agua que se pusieron a disposición de los afectados a través de los canales oficiales de ayuda y las ong’s. Esto es un ejemplo de la utilización del conocimiento aprendido en experiencias anteriores; pero con todo, después de las inundaciones en Bangladesh aún son comunes padecimientos tales como diarrea, disentería y otras enfermedades gastrointestinales.

En nuestro trabajo en la aldea de Phalia Dighar encontramos que las mujeres tienen más desventajas que los hombres. Pero antes de detallar el impacto diferencial entre los géneros discutiremos acerca del impacto global de la calamidad sobre la vida de los pobladores de las aldeas. Es importante destacar las consecuencias de las inundaciones sobre la sociedad rural como un tipo especial de desastre, en el sentido de que el impacto a determinados niveles es total y sin discriminación. A esto nos referimos cuando decimos que los desastres son una "oportunidad equitativa". Como toda la aldea estaba sumergida, todos sus habitantes -ricos y pobres, hombres, mujeres y niños- fueron forzados a salir y buscar desesperadamente refugio. Además del dique, que estaba cubierto por un pie de agua, algunos buscaron refugio en la estación del tren que conecta a la aldea con Gaibandah, la cabeza distrital; algunos se instalaron en lo alto del techo de sus casas seguros de que eran suficientemente sólidas; otros construyeron una plataforma con sus camas de madera atadas a los árboles para impedir ser barridos; y algunos más se instalaron con su comida, granos, e incluso con su ganado, sobre una balsa hecha con árboles de plátano.

CUADRO 4
PERDIDAS POR INUNDACION EN PHAIA DIGHAR
CONCEPTO FAMILIAS AFECTADAS
Ganado

18

Pollos y patos

32

Viviendas

30

Arroz y otros cultivos

26

Peces de estanque

2

Arboles frutales

4

 

 

 

Un gran número de cabezas de ganado fueron barridas por la primer corriente de agua. La pérdida de ganado y aves afecta directamente a las mujeres ya que significan un importante aspecto de los recursos familiares controlados por ellas. Esas pérdidas menguan de forma directa el poder y status de las mujeres.

Respuesta a desastres en Phalia Dighar

La vía que va a Gaibandah estaba interrumpida, impidiendo el acceso y la distribución de ayuda. La aldea estudiada no está comunicada por ninguna ruta de autobús. La única carretera -si se le puede llamar así- era el dique cubierto de agua. Los botes eran los únicos medios de transporte que unían a la aldea con otros asentamientos, pero pocas familias contaban con ellos. En circunstancias normales esto no es un problema debido a que la gente no se moviliza mucho en promedio; sin embargo, el insuficiente número de botes fue un problema en los momentos de la inundación. Todos estos factores contribuyeron al aislamiento de Phalia Dighar de los pueblos aledaños como Gaibandah, Rangpur o Bogra, lo que exacerbó las dificultades de distribución de ayuda en la aldea. Las noticias sobre la inundación no pudieron comunicarse a los lugares cercanos porque no hay contacto por telecomunicación. Uno de los trabajadores de Nijera Kori -una ong Bangladeshi- debió caminar hasta Kachua, una aldea cercana, donde estuvo detenido dos días antes de poder conseguir un bote para trasladarse a Bogra. Fue la primera persona en conseguir ayuda y su organización, Nijera Kori, fue la primera en montar una operación de asistencia para los habitantes de la aldea.

La inundación de 1992 trajo un aura de devastación al poblado estudiado. Puede apenas decirse que el impacto de este desastre fue una "oportunidad equitativa" por la generación de pérdidas a nivel comunitario (colectivo). Sin embargo, una observación más cercana reveló que el impacto fue desigual en términos de clase y de género. Por ejemplo, los grupos sociales económicamente aventajados con casas completas o parcialmente construidas con ladrillos (conocidas localmente como casas pucca) casi no fueron afectados por el agua; existían 16 casas de este tipo en la aldea. Más aún, los grupos de altos ingresos evitan vivir en las áreas de alto riesgo. Los pobres, los que no tienen propiedad y aquellas comunidades como los pescadores, son los más afectados por los desastres. Mientras el impacto desigual de los desastres sobre las clases es demasiado obvio, la desigualdad sobre los géneros algunas veces es menos clara. La parte problemática de un estudio sobre el impacto entre distintos géneros es que mucha gente tiende a limitar el alcance del impacto de un desastre natural al nivel comunitario, o a lo sumo al nivel familiar. No es sencillo determinar la desigualdad del impacto entre géneros, debido a que muchos estudios -así como los administradores encargados de la distribución de la ayuda- toman a la familia como unidad. Desde el punto de vista de la administración de ayuda existe cierto mérito en esto: las inundaciones afectan a las viviendas y a las familias que las habitan. Durante la distribución de ayuda, las necesidades del núcleo familiar se toman en cuenta como un todo. Un claro ejemplo de esto es la distribución de material de construcción que beneficiará a la familia completa.

No obstante, el presente estudio demuestra que el impacto de desastres naturales, por ejemplo las inundaciones en el norte de Bangladesh, es desigual; especialmente en términos de sus consecuencias sobre las actividades económicas de las mujeres. La mayoría de las mujeres de nuestra muestra no eran "trabajadoras" en el sentido de tener un empleo fuera del hogar; sin embargo, contribuían activamente a la economía familiar criando aves y ganado (generalmente cabras) y muchas de ellas cultivaban vegetales en las tierras junto a su casa. En muchos casos las mujeres que salían del perímetro de su vivienda lo hacían para juntar leña y agua; y un número de mujeres indicó que se alejaban de su vivienda para acompañar a sus hijos a la escuela local. Los valores religiosos y culturales de la aldea, que las condiciones económicas están desgastando, aún pesan sobre las actividades y los movimientos de las mujeres fuera del hogar.

La mayoría de las mujeres de nuestro estudio (28 de 40) abandonan la casa para recolectar leña, agua y/o llevar a pastar a las cabras; todas estas actividades tienen importantes beneficios para la economía familiar. Un pequeño número de mujeres (12 de 40) abandonan la casa solo para visitar a sus familiares, y en muchos casos son acompañadas por los hombres de su familia. No es sorprendente, entonces, que la mayoría de las mujeres no salieran a los centros de ayuda que fueron instalados después de la inundación, aún a pesar de que el centro de asistencia de Phalia Dighar estaba alejado apenas medio kilómetro de la mayoría de las viviendas. La explicación que alude a que los valores culturales son los únicos determinantes para el movimiento de las mujeres parece débil. No es que las normas culturales no sean importantes, pero las mujeres de Phalia Dighar, casi todas pobres, actúan sobre la base de cálculos racionales y en este caso era mayor el costo de su visita a los centros de ayuda que los beneficios.

También encontramos predisposición contra las mujeres en la distribución de la ayuda dentro de la aldea estudiada. No se hizo ningún intento por llevar ayuda a las mujeres y familias que no dejaron sus casas; y, por otro lado, muchos de los encuestados fueron escépticos sobre el mecanismo de distribución y no se molestaron en ir. Ahora, lo inadecuado de la ayuda y el retraso en su distribución son hechos del Bangladesh rural, pero la percepción negativa sobre su manejo ha conseguido, asimismo, llamar la atención sobre la importancia que este aspecto tiene. Aún cuando la mayoría de los distribuidores eran hombres, había una fila separada para las mujeres. Esto a causa de que, de acuerdo con las normas sociales de influencia islámica, las mujeres no deben encarar, estar solas ni interactuar con hombres desconocidos o ajenos a la comunidad. La relación entre el auxilio y las normas sociales rurales tuvo claramente un impacto negativo sobre las mujeres. Ir a los centros de ayuda es aún visto como vergonzoso, más para los hombres que para las mujeres y solamente en condiciones desesperadas los pobladores acuden a los centros de ayuda. Las mujeres de la aldea estaban doblemente sujetas: las normas culturales no favorecen sus visitas a los centros de ayuda fuera de su vivienda, teniendo así pocas opciones; y aún cuando fueron presionadas a esa situación humillante, los beneficios materiales fueron solo marginales.

CUADRO 5
VISITA A LOS CENTROS DE AYUDA POR NIVEL EDUCATIVO
NIVEL EDUCATIVO

SI

NO

TOTAL
Sin educación

12

15

27

Primaria

9

9

Secundaria y más

4

4

Total

12

28

40

 

 

 

Recuperación e independencia

En lo que se refiere al impacto inmediato del desastre, hubo una muy pequeña variación debida a los diferencias de género. Sin embargo, en cuanto al impacto de largo alcance sí hubo diferencias notables; en lo que se refiere a su independencia y posición económica, las mujeres estuvieron en desventaja. La distribución de la ayuda no toma en cuenta la sensibilidad de género frente a la situación y pone poca atención a las normas culturales locales.

El efecto del desastre sobre el empleo tanto de hombres como de mujeres fue equitativamente desfavorable, pero la pérdida de recursos familiares tuvo muchos más efectos desastrosos para las mujeres que para los hombres. Las mujeres son las administradoras de los recursos de la familia y les toma mucho tiempo llegar a ser económicamente independientes después de un desastre natural. El hecho de que los desastres afectan negativamente las oportunidades de empleo de las mujeres ya ha sido estudiado (Adnan, 1991: 65-66). Las aves y las pocas cabezas de ganado constituyen una parte importante de los recursos de la casa que están usualmente bajo el cuidado de las mujeres y las inundaciones en las áreas rurales del norte se llevan consigo a una gran cantidad de esos animales afectando así aún más adversamente el recurso-base de las mujeres.

Hallazgos centrales

  1. Las estrategias de las mujeres para enfrentar el impacto inmediato de las inundaciones no son distintas de las adoptadas por los hombres. Diferenciándose de otros distritos del país (p.e. Faridpur) no encontramos mucho movimiento de la población. En algunos distritos de la parte central de Bangladesh, pasada la inundación, un gran número de pobres -familias sin tierra- migran a otras aldeas alejadas de los ríos o a las ciudades. En algunos casos donde solo los hombres migran dejando atrás a su familia, las mujeres quedan solas para afrontar la eventualidad de futuros desastres. Sin embargo, esos patrones de migración no pudieron ser encontrados en Phalia Dighar; el patrón de migración de esta aldea era estacional. Es solamente durante los meses de siembra y cosecha que grupos de trabajadores agrícolas se trasladan a otras aldeas y distritos vecinos a trabajar para complementar así sus ingresos.
  2. De manera irónica, la pobreza existente facilita a los sectores populares su adaptación a la situación post-desastre. Hasta en la situación pre-inundación pocos campesinos sin tierra y trabajadores tiene ropa o sustento adecuados y prácticamente todas las familias rurales tienen recursos muy limitados. En nuestra aldea de estudio no había una sola televisión o teléfono y habían poco menos de 100 radio-receptores. Esos radios de la marca "Jewel Flower", fabricados en China, tienen un costo de 180 a 200 Tk, un precio moderado hasta para los estándares locales. Para los pobres, que constituyen la vasta mayoría, los recursos incluyen nada más que algunos tarros y cacerolas y algunos granos y, por ello, la prioridad durante la inundación es mantener los alimentos alejados del agua.
  3. De acuerdo con los entrevistados el hurto de los bienes de ayuda no parece ser un gran problema. La cuestión radica en otro aspecto; es decir, en lo inadecuado de los materiales de ayuda y su mala distribución. Según un oficial electo de la aldea había 270 tarjetas para una población de 13,000. En la unión vecina de Haldia, el número de tarjetas rondaba las 1,200. Algo debemos decir acerca de esto. Los oficiales y líderes de la aldea a cargo de la distribución deben hacer una valoración para decidir quién debe recibir ayuda y posteriormente se emiten las tarjetas para el abasto de bienes. En la toma de decisiones las consideraciones políticas tienen más peso que las necesidades de las familias afectadas y la prevalencia del patronazgo en Bangladesh sustenta este sistema poco confiable de distribución. Según los entrevistados, los activistas locales del gobernante Partido Nacionalista de Bangladesh tomaron ventaja de la crítica situación y comerciaron con la miseria de la gente.

También a nivel nacional existe esta percepción y es ampliamente aceptado que los distritos donde los partidos de oposición son fuertes reciben menos prioridad durante el reparto de ayuda. En una conversación con la autora de este trabajo, Sheikh Hasina líder de la Liga Awami, reiteró este aspecto y agregó que sólo después de que ella visitara las áreas afectadas por el ciclón en Chittagong e intercediera con el gobierno, la ayuda llegó a aquellas aldeas. Aún cuando algunos relatos pueden ser exagerados, no son completamente falsos.

  1. La cantidad de materiales de ayuda y el monto de comida fueron muy poco adecuados. En una estimación realizada sólo el 10% de los habitantes de la aldea recibió alimentos. La mujeres estuvieron en desventaja como susceptibles de ayuda y muchas de ellas ni siquiera asistieron a los centros de distribución. En nuestra muestra, de las 48 encuestadas, 28 no fueron ni siquiera al centro y las 12 que sí lo hicieron tuvieron diversas experiencias. Una de ellas debió hacer cuatro viajes para poder recibir 3 kilos de arroz; algunas, sin embargo, consiguieron 5 kilos. Otra entrevistada dijo que al volver sin nada del segundo viaje decidió no regresar más; así pues, no es tan sorprendente que muchas mujeres ni siquiera lo intenten, evidenciando, además, una ausencia de credibilidad en las instituciones y prácticas gubernamentales. Por otra parte, las mujeres que sí acudieron a los centros de distribución debieron cargar a sus hijos con ellas. Una razón adicional para llevar a los niños es impresionar a los distribuidores y conseguir así cuotas más altas de alimento para su familia. Muy pocas mujeres estuvieron involucradas en la distribución de ayuda por esta desventaja.
  2. El impacto de la ayuda en la recuperación de las mujeres es mínimo dado lo inadecuado de los materiales. Hubo muy poca comida y ropa como para darse una vuelta. La noción de que la ayuda tiende a crear una mentalidad de bienestar y dependencia no tiene, en nuestra opinión, fundamento en el contexto rural de Bangladesh. Bajo un programa de asistencia para madres sin recursos sólo 10 mujeres de nuestro estudio pudieron calificar, a pesar de que muchas más podían ser contadas fácilmente como tales. En este programa las personas pudieron conseguir 20 kilos de arroz por mes.
  3. Claramente, la asistencia alimenticia no fue más que un fenómeno de corta vida y con muy poco impacto sobre la reducción de la vulnerabilidad a desastres futuros de las mujeres afectadas. El componente de desarrollo estuvo ausente en los planes de ayuda y rehabilitación. Con la ayuda no se dio un paso hacia la rehabilitación y mejoramiento de las condiciones económicas de los aldeanos, y ni siquiera se creó una mentalidad de dependencia. El miedo al asistencialismo está totalmente infundado.

Los granos (trigo) asignados bajo el programa "Comida para el Trabajo" fueron dados a cambio de trabajo para la reparación del dique, pero la adjudicación fue tan pequeña que este trabajo sólo pudo avanzar por un corto lapso con poco beneficio para los aldeanos. Además, algunos de los programas son sólo buenos en el papel y su contribución actual es insignificante.

  1. El impacto del desastre sobre la unidad o integración familiar no pudo ser establecida con base en nuestra información. La creencia común de que los desastres, especialmente las inundaciones, contribuyen a la desintegración familiar de los pobres del campo no fue confirmada. Uno podría especular sobre este hecho sin una sólida fuente de información proveniente de los afectados. El deterioro de la situación económica y la consiguiente pauperización, es la razón más fuerte de la desintegración familiar en el campo, la inundación puede contribuir, aunque no decisivamente, a este proceso.
  2. La interacción total entre los desastres y las actividades de desarrollo propuestas en la áreas afectadas revela algunos rasgos interesantes. Primero, muy pocas iniciativas y proyectos de desarrollo fueron adoptados en la aldea estudiada. La única obra de infraestructura para el desarrollo del área, el dique protector (localmente conocido como WAPDA) fue destruido por el agua y se debió gastar una considerable suma de dinero en su reparación. Esta situación es típica. En muchos casos son demasiado necesarios recursos para reparar o restaurar la infraestructura existente y apenas queda algo para construir nuevas obras.
  3. El rol del gobierno durante la recuperación fue insignificante. Muchas actividades de socorro en la aldea fueron organizadas por dos ong’s: "Nijera Kori" y "Bangladesh Rural Advancement Committee (BRAC)". CARE, una organización voluntaria norteamericana, y The World Food Program se hicieron cargo de la comida para los Programas de Trabajo en las aldeas durante los meses posteriores a la inundación, y sólo en este punto el gobierno adoptó un rol activo. El oficial gubernamental a nivel local (upazilla) que está a cargo de la administración de estos proyectos, es llamado Oficial de Implementación de Proyectos; su trabajo es trazar varios proyectos rurales de desarrollo e implementarlos con la ayuda de los oficiales electos (Presidente y Consejeros) a nivel local. Con todo, él no cumple un rol importante en la distribución de ayuda.

De acuerdo con nuestro estudio, el impacto de las actividades de Comida para el Trabajo fue mínimo. De los 40 entrevistados solo uno participó en el programa; ocho ni siquiera estaban enterados de la existencia de este programa.

Conclusiones

A partir de este trabajo se pueden trazar las siguientes conclusiones. Primero, en la aldea estudiada los más afectados fueron los pobres. La pobreza es la razón central de su vulnerabilidad. La mayoría de los pobres en la aldea carecen de tierras y este aspecto es la característica común y la base más importante de la pobreza rural en las aldeas de Bangladesh.

Segundo, la responsabilidad de prepararse para el desastre recae sobre las mujeres, quienes además se preocupan de rescatar comida para el periodo post-desastre, y muy pocas piensan en abandonar sus poblados.

Tercero, debido a la pérdida de aves y ganado, el recurso base de las mujeres fue adversamente afectado. A pesar de que esos son recursos de la familia, están a cargo de las mujeres. Las mujeres del campo en Bangladesh no sólo tienen una importante contribución económica con esta actividad (cría de aves y ganado y hortalizas), sino que también obtienen status y reconocimiento social. La pérdida de esos recursos en tiempos de desastres causa, a su vez, la cancelación de esos valores.

Cuarto, en la aldea afectada por el desastre la asistencia oficial fue muy lenta. La primer ayuda provino de fuentes locales, especialmente de los oficiales públicos electos, sacerdotes, políticos, etc. La visita de importantes figuras políticas como miembros del parlamento, ministros o diputados, condujo a un aumento en la distribución de ayuda y algunas veces pudo agilizar el embotellamiento en su administración, al menos temporalmente. Phalia Dighar fue visitada por un miembro del parlamento y el área fue declarada zona de desastre por el Ministro de Socorro y Rehabilitación. Irónicamente, sólo un desastre atrae la atención de las élites políticas y los altos oficiales del gobierno sobre las condiciones de las aldeas. Los políticos de Bangladesh han aprendido con los años a manipular y tomar ventaja de esas calamidades "naturales". Los líderes pueden proyectarse -gracias a la cobertura televisiva- como salvadores. Los líderes nacionales y oficiales gubernamentales compiten por el espacio televisivo para mostrar su participación en las operaciones de asistencia. Pasado el desastre las promesas son olvidadas, pero gracias a la presencia de políticos democráticos y competitivos las víctimas de los desastres consiguen cierta atención, al menos en el corto plazo, en momentos de crisis. El uso simbólico de los desastres en Bangladesh puede ser objeto de una futura investigación.

Las causas de la vulnerabilidad de las mujeres frente a los desastres están enraizadas en la organización de la sociedad rural. La desigualdad de géneros en el campo se agudiza en periodos posteriores a los desastres. Con todo, a nivel macro, tanto hombres como mujeres sufren en caso de inundación, aunque las mujeres de una familia sufren más y quedan más vulnerables a los desastres debido a que por su rol como administradoras de la vivienda enfrentan el mayor peso de estas situaciones.

Lo que una observadora escribió hace más de una década sobre las desventajas de las mujeres bajo la dominación cultural en Bangladesh, aún capta muy bien la situación. Ella escribió:

"En una situación de pobreza y escasez las mujeres sufren más en la sociedad tradicional de Bangladesh. La santificación de la maternidad, el sacrificio, y la obediencia al marido como cabeza de la familia lleva a las mujeres a colocar sus intereses siempre al final" (Sattar, 1979:13).

Las cosas no han cambiado mucho desde finales de los años setenta. Las mujeres en el Bangladesh rural continúan sufriendo en silencio, y su sufrimiento crece desproporcionadamente en tiempos de desastres y calamidades.

En conclusión, debe notarse también que ya que los desastres naturales, como ciclones e inundaciones, son parte integral de la realidad socioeconómica de Bangladesh, las políticas públicas -preventivas y de mejora- tienen que tomar nota de los resultados de la investigación en esta área. Se debe recordar que durante la época colonial en la India, de la cual Bangladesh fue parte, cada hambruna histórica era seguida de una comisión de investigación. Los reportes de esas comisiones continúan siendo una importante fuente de conocimientos sobre varios aspectos de las hambrunas y proporcionan, aún hoy, una base para la instrumentación de políticas contra el hambre. Desafortunadamente, en el Bangladesh independiente no se ha continuado con esta bien concebida tradición. Es a la luz de esto que uno debe apreciar la importancia de varios estudios sobre desastres en Bangladesh, tanto individuales como los realizados por agencias, aún cuando muchos de ellos son fragmentarios en su naturaleza y alcance.

Antes de concluir es apropiado recordar una vez más que la respuesta a desastres está muy asociada con el nivel de desarrollo socioeconómico de un país o de una región específica dentro de un país. Las políticas contra desastres de largo plazo deben ser implementadas en términos de mejorar la infraestructura y asegurar los "derechos de acceso" (entitlements) de la población. La teoría de Sen (1981) sobre el fracaso de las medidas para lograr este "derecho de acceso" (entitlements) de la población como una explicación de las causas de las hambrunas, es también aplicable a otras formas de desastres. La gente pobre en Bangladesh permanece empobrecida, sufre desnutrición, y vive en una situación precaria; hasta un pequeño deterioro causado por la inundación u otro desastre natural puede causar verdaderos estragos en la población.

Bibliografía

Adnan, Sh. (1991) Floods, People and the Environment. Research and Advisory Group. Dhaka.

S/A (1993). Asia Week’s Almanac.

Bangladesh Bureau of Statistics (1989) Small Area Atlas of Bangladesh. Ministry of Planning, Government of Bangladesh. Dhaka.

Sattar, E. (1979) "The Demographic Situation", en Women for Women (Ed.) The Situation of Women in Bangladesh. UNICEF, Dhaka.

Sen, A. (1981) Poverty and Famines. An Essay on Entitlement and Deprivation. Calrendon Press, Oxford.

World Bank (1993) World Development Report. Washington, D.C.

NOTAS

* Este documento es una versión modificada de la ponencia presentada en el Seminario Internacional "Sociedad y Prevención de Desastres". COMECSO, UNAM, CONACYT, LA RED. México, febrero de 1994, y está basado en un reporte preparado conjuntamente con el Dr. Mehraj Jahan para INTERTECT. Mi agradecimiento para el Dr. Jahan y también para Khushi Kabir y Kamaluddin por su valiosa ayuda. Traducción de Elizabeth Mansilla e Ignacio Rubio.

Buena parte de la agricultura en Bangladesh ha sido adaptada a una siembra de tres cultivos: uno mayor y dos menores.